Al emprender un camino hacia el lado más oscuro de las tendencias del 2021, nos vamos sumergiendo paso a paso, semana tras semana, en todo lo vinculado al universo esotérico y ocultista, y cómo este se refleja en nuestras elecciones estéticas.
Habiendo ya analizado las tonalidades grises, los negros, lo gótico y la romantización trágica de la sociedad y la historia de la humanidad, es momento de atar cabos mediante el significado detrás del retorno del color rojo.
Desde lo más básico como su representación elemental mediante la sangre humana, hasta el vínculo estrecho que tiene este color con el poder de la conexión a través de los rituales ancestrales; el rojo habla de nuestra historia de relación profunda con lo sagrado.
El rojo representa lo pasional, lo visceral y lo transcendental.
Todo aquello que nos conecta con el pasado, presente y futuro, se manifiesta a través de este color primario que tanta mala fama tiene.
El color rojo se asocia, históricamente, a la provocación y a la seducción, a la necesidad de atraer para retener. Pero, ¿qué pasa si nos decidimos a cambiar nuestra percepción sobre el mismo?
Si nos centramos en el color rojo y su asociación a la conexión con la tierra, con la historia, con la apertura de nuestras raíces, para así poder evolucionar… su connotación deja de ser tan determinante y negativa, ¿no?
Ahora bien, de este modo, nos damos cuenta que el rojo encarna una conexión entre el antes y el después, entre el pasado y el futuro, entre la raíz y la proyección.
Así como también el naranja simboliza la transformación y ese puente entre lo natural y lo digital, el rojo es ese puntapié necesario que abre paso para que la transformación sea posible.
El color rojo lo podemos integrar desde el ritual, el ocultismo y la conexión con nuestra historia no solo ancestral sino también generacional y de humanidad; pero, también, podemos incorporarlo como inspiración para un proceso de evolución.
Esta evolución nos permitirá vincularnos con nuestra historia desde la consciencia y el inconsciente, asimilarla, aceptarla como parte de sí, respetarla e impulsarla hacia el futuro.
La trascendencia la asociaremos también al color rojo que nos representa como humanidad pasional, activa y revolucionaria.
Seguimos en búsqueda de la revolución en pos del cambio, y la única forma de que éste sea consciente, evolutivo y provechoso es a través de la apertura y vuelta a nuestras raíces, sin negar, esconder o ignorar el pasado.
El rojo representa el sacrificio humano en pos de la evolución.
–
Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.
