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NUEVOS IDEALES, NUEVAS FORMAS. EL DETRÁS DEL EFECTO GLOBO

Esta semana nos adentramos al mundo de la morfología.

Ya acostumbrad@s a la ligereza, a la volatilidad y a la comodidad, hay una nueva (o no tan nueva) silueta que nos retrotrae a momentos en la historia en que se necesitó un aire, un espacio, una tranquilidad que nos permitiese abrazar lo positivo de la vida.

El efecto globo es el representativo de la vuelta de lo redondeado, de lo amable y poco abrasivo.

Luego de sentirnos amenazad@s por la crisis e incertidumbre asociada, lo que muchos necesitan es que la vestimenta sea un juego, un momento de disfrute y de confort.

Existen y existirán quienes la utilicen con motivos revolucionarios, pero como siempre recordamos cada vez que hablamos sobre una tendencia… los opuestos complementarios conviven. Y, en este caso, el opuesto de la revolución y su estética tajante, agresiva y uniformada es el efecto globo y todo lo que este representa.

En primer lugar, debemos analizar cómo nuestra sociedad asocia las formas redondeadas y los globos a lo ligero, lo volátil. A aquello que flota y se mueve y adapta sin resistencia. A aquello que baila, sube, baja, y nos recuerda a nuestra infancia, al disfrute y a la libertad.

Como vía de escape de la realidad, encontramos confort en la vestimenta que infantiliza.

También, nos permitimos re-valorizar esas morfologías y tipologías que parecían ser exclusivas de la niñez. Desde el 2019 nos fuimos animando cada vez más a romper con estos prejuicios y limitaciones, en donde la apariencia adulta tan solo contradecía nuestro espíritu y ansias de libertad y experimentación.

La metáfora del globo es una búsqueda personal e individual que nos invita a conectarnos con lo más sensible y esencial, a desvincularnos de lo corpóreo y finito, y a animarnos a jugar a pesar de los inevitables golpes.

De esta forma, nos animamos a probar distintas representaciones morfológicas. Nos animamos a agregar volúmenes, vuelo y capas redondeadas. Jugamos con lo esférico, porque el fondo, nos representa. 

Las esferas, los círculos y los globos simbolizan el baile y la propia fluctuación de la individualidad en búsqueda de su identidad más allá de la pertenencia.

Retomamos los símbolos de la niñez, luego de transitar una experiencia adulta. Entonces, esos símbolos se re-significan y profundizan, generando una correlación entre nuestra infancia y nuestra adultez, entre nuestra zona de confort y nuestra libertad, entre nuestra comunidad y nuestro propio camino de búsqueda de identidad individual.

Por último, ese movimiento libre propio del globo, viene acompañado de cierta fragilidad y vulnerabilidad, en donde el más mínimo golpe puede hacer que el globo explote y su esencia se disperse, y su cuerpo sea sólo un recuerdo de quienes lo vieron pasar.

Esta sensación es referente y semejante a la búsqueda personal de nuestra identidad verdadera, de nuestros valores más profundos y sinceros, más allá de lo aprendido y lo que nos inculcaron.

Esta sensación es la propia que experimentamos frente a un abismo. El abismo de la propia búsqueda, en donde no queda otra más que rendirse al vacío y re-descubrirnos para re-significarnos. 

El efecto globo, entonces, no es más que una metáfora que toma cuerpo para implantarse en nuestra vestimenta y acompañar nuestro proceso de transformación y re-definición individual desde lo ligero, disfrutable, libre y positivo.

Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.

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