En esta oportunidad, retomamos una de las tendencias más significativas del 2020 y desglosamos uno de sus significados. Me refiero a aquellas notas y reportes en los que analicé los patrones repetitivos como símbolo de revolución y vuelta a las raíces, al período entre 1967 y 1977.
¿Recuerdan cómo hablábamos de una secuencia repetitiva infinitamente que simulaba el control sobre una incertidumbre avasallante?
El 2021 nos retrotrae a esa era y aquellas necesidades y deseos correspondientes, pero su manifestación elemental será la opuesta complementaria al patrón repetitivo.
La psicodelia ha llegado para fusionar pasado con futuro, para retomar contacto con lo esencial humano y su instinto animal y de experimentación.
En este año, continuamos en la necesidad del encuentro de algo excepcional, que nos represente, interpele y desinhiba. Buscamos experiencias de liberación y descubrimiento de lo inconsciente y desconocido.
La psicodelia representa aquella búsqueda y encuentro fortuito para con la totalidad.
La psicodelia encarna un sistema de valores que invita a despojarnos de todo prejuicio y sumergirnos en una experiencia de búsqueda interior, de encuentro con lo más oscuro y aterrador, de pérdida del control.
Nos adentramos en un viaje hacia lo desconocido que nos enfrenta a lo reprimido tanto individual como colectivo. El encuentro con la oscuridad es parte del proceso, y sólo atravesándola podremos conocer la realidad compleja, multi-sensorial y sin límites ni lógica. Una realidad propia de la psicodelia.
Pero, ¿por qué esta tendencia se conecta con la vuelta a las raíces de la que tanto hablamos el año pasado?
La psicodelia la podemos asociar a lo sintético o a la propia naturaleza que nos brinda consumos que despiertan esas experiencias. La conexión con esa totalidad de la naturaleza, sin reprimir ni prohibir ni juzgar, nos permite emprender un camino de conocimiento de un sistema en toda su complejidad, y no sólo en las partes que ciertas autoridades alguna vez tildaron de correctas y aceptables.
De esta forma, volvemos a las raíces tanto en lo metafórico como en lo literal.
Los hongos y todo lo que deviene de ellos son la gran tendencia del 2021 que deriva de la experimentación y nos conduce hacia un universo complejo, diverso y sin límites. Un universo en el que todo es posible y la flexibilidad, el cambio y la transformación son los nuevos valores.
La libertad, también, se convierte en un valor para las nuevas generaciones. Libertad que se convierte en un arma de doble filo cuando los límites se desdibujan y los paradigmas se transforman.
Así, nos adentramos a una nueva concepción de la realidad en donde los colores son variados, las texturas son rugosas, irregulares y orgánicas, los tejidos son abiertos y asimétricos, y la repetición infinita es inspiradora tanto desde la necesidad de control como desde la complejidad misma que nos abruma dentro de un sistema fractal y holográfico.
Todas estas inspiraciones recaerán sobre la industria de la moda en micro-tendencias que reflejen esta conexión con la psicodelia desde el extremo natural-fractal, pero también desde el extremo opuesto complementario entendido como sintético-holográfico.
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Posted by María Blardone. Comunicadora de moda y asesora de imagen, especializada en análisis y predicción de tendencias.
